 
								En la industria alimentaria, la calidad del aceite de soja refinado no solo afecta su valor comercial, sino también la seguridad del consumidor final. La eficiencia en cada etapa del proceso —desde la eliminación de fosfolípidos hasta la reducción de olores indeseables— es clave para lograr un producto estable, seguro y competitivo en mercados globales como Europa, América Latina y el Medio Oriente.
El agente desemulsionante (como ácido fosfórico o cítrico) determina directamente la eficiencia en la remoción de fosfolípidos. Según estudios de la Universidad de Illinois, el uso de ácido fosfórico a pH 4.5-5.0 puede eliminar hasta un 92% de los fosfolípidos presentes en aceite crudo, mientras que el ácido cítrico alcanza aproximadamente un 78%. Esto implica una diferencia significativa en la estabilidad térmica y el color del aceite refinado.
| Agente | Eficacia (% eliminación) | Costo relativo | 
|---|---|---|
| Ácido fosfórico | 92% | Medio | 
| Ácido cítrico | 78% | Bajo | 
| Sulfato de aluminio | 85% | Alto | 
“La elección del agente debe equilibrar rendimiento técnico, costo operativo y cumplimiento normativo. En países con regulaciones estrictas como Alemania o Japón, el ácido fosfórico sigue siendo la opción preferida por su consistencia en resultados.” – Dr. Luis Fernández, especialista en procesos de refinación de aceites (Instituto Nacional de Alimentos, España)
La neutralización es donde se elimina la mayor parte de los ácidos grasos libres (AGL). Para lograr una eficiencia óptima, el pH debe mantenerse entre 7.5 y 8.5, con una temperatura ideal de 65–75°C y una velocidad de mezcla de 100–150 rpm. Estudios mostraron que una variación de más de ±0.5 en el pH reduce la eficiencia de neutralización en hasta un 20%.
Un caso real de una planta en Argentina demostró que al implementar sensores automáticos de pH y temperatura, lograron reducir el AGL del aceite de 2.1 mg KOH/g a 1.8 mg KOH/g en tres meses —una mejora que impactó directamente en la aceptación del cliente en el mercado europeo.
¿Por qué esta tecnología importa hoy? Las plantas que integran sistemas de control automático no solo mejoran la calidad del producto, sino que también reducen el consumo energético en hasta un 15% y minimizan el riesgo de errores humanos durante la operación diaria.
La tendencia hacia la automatización está transformando la forma en que las empresas de aceites manejan sus líneas de producción. Desde el control de vacío en el proceso de desodorización hasta la gestión inteligente del vapor, los avances tecnológicos están haciendo posible una refinación más sostenible, segura y rentable.
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