 
								En la industria de la producción de aceite de soja, especialmente en las pequeñas y medianas fábricas de aceite, el proceso de desgomado y desodorización es crucial para la calidad final del producto. Sin embargo, muchas de estas fábricas se enfrentan a diversos problemas en estos pasos.
Según estudios recientes, alrededor del 60% de las pequeñas y medianas fábricas de aceite experimentan problemas de residuos de impurezas después del desgomado. Además, casi el 40% se queja de que es difícil eliminar completamente el olor desagradable en el proceso de desodorización. Además, el alto consumo de energía es otro problema importante, con un aumento del 30% en los costos operativos relacionados con la energía en comparación con las grandes fábricas.
 
 
   El desgomado es el primer paso crucial en la refinación del aceite de soja. Consiste en eliminar las mucílages y fosfolípidos presentes en el aceite crudo. Un control preciso de la temperatura y la adición de ácidos es esencial. Por ejemplo, una temperatura adecuada entre 60°C y 70°C puede mejorar la eficiencia del desgomado en un 20%.
Durante la neutralización, se eliminan los ácidos grasos libres. El ajuste correcto del pH es fundamental. Un pH entre 7 y 8 puede reducir la presencia de ácidos grasos libres en un 15%, mejorando así la estabilidad y el sabor del aceite.
El blanqueo se utiliza para eliminar las impurezas coloreadas y los compuestos oxidados. El uso de materiales de blanqueo adecuados y la optimización de la temperatura y el tiempo pueden mejorar la claridad y la pureza del aceite en un 25%.
Finalmente, la desodorización elimina los compuestos volátiles responsables del olor desagradable. Una temperatura controlada entre 200°C y 240°C y una presión adecuada pueden reducir el olor en un 30%.
 
 
   En la producción real, hay muchos errores comunes. Por ejemplo, una fluctuación excesiva del pH durante la neutralización puede provocar emulsión, lo que reduce la eficiencia del proceso en un 10%. Además, una temperatura inadecuada durante la desodorización puede afectar negativamente el sabor del aceite. Para evitar estos problemas, se recomienda un monitoreo constante de los parámetros y una rápida respuesta a cualquier cambio.
El diseño energéticamente eficiente, como el sistema de recuperación de calor, puede reducir el consumo de energía en un 20%. Además, la configuración de tratamiento de gases de escape es esencial para cumplir con los estándares ambientales. Nuestros equipos cuentan con certificación CE, lo que garantiza la seguridad y el cumplimiento normativo.
 
 
   Una fábrica de aceite pequeña ha logrado un aumento del 15% en la eficiencia y un aumento del 20% en la satisfacción del cliente a través de la gestión científica de los procesos de desgomado y desodorización. Esto demuestra que con la tecnología y la gestión adecuadas, las pequeñas y medianas fábricas de aceite pueden mejorar significativamente su competitividad.
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